18 Ene Nota aclaratoria sobre el trabajo de perito calígrafo
He publicado en alguna ocasión cual es el trabajo de un perito calígrafo, cual es el trabajo que ha de realizar cuando se le encomienda un caso relacionado con una posible falsedad documental.
Constantemente veo que aún no se distingue cual es la diferencia entre un grafólogo, y un experto en falsedad documental. Sigo viendo informes de grafólogos que se autodenominan peritos calígrafos y se lanzan a la piscina mezclándolo todo, ejecutando informes sin método, sin profesionalidad, y lo que es aún peor sin ética.
«Continúo viendo informes donde el perito se dedica a medir todo, como si por el hecho de aplicar las matemáticas a un informe fuesen a dotarlo de mayor cientificidad.»
Observo asimismo cuerpos de escritura realizados en sede judicial por peritos que no saben como llevarlo a cabo, ignorando aspecto tan relevantes como el principio de equivalencia del formato. Según parece para estos peritos vale todo. Informes periciales limitados al estudio de las firmas, pasando por alto la propia descripción de documento y el tipo de herramientas y pruebas forenses que han de llevarse a cabo. Peritos que se trasladan a los juzgados porque no les queda otra (son designados por insaculación, por ejemplo), con la única intención de «mirar el papel que se les muestre», sacar una fotocopia y para casa a ver que pueden hacer.
En mi caso, cuando acudo a juzgado con mis herramientas de trabajo, los funcionarios me miran extrañadísimos y más extrañados aun cuando les solicito un despacho donde pueda apagar la luz (porque en ocasiones hay que trabajar con la menor luz posible). Esto debería ser lo habitual, no lo inusual. También observan ensimismados como utilizo guantes de látex para manejar el documento. Solo intento reproducir las condiciones más idóneas para llevar a cabo el trabajo para el que he sido requerida.
Y ¿sobre la cadena de custodia del documento?, cuando pregunto acerca de este punto tan relevante en criminalística, entonces todo el mundo se pone en guardia porque a nadie le interesa este aspecto o parece más que evidente que todo el mundo dice la verdad…
¿Puede rastrearse un documento que entra y sale del juzgado porque quien lo tiene esto es, el abogado, procurador, cliente, o la vecina del 5º, no han querido depositarlo en los Autos?, ¿puede rastrearse de un modo fidedigno? ¿Han quedado pruebas fehacientes de la cadena de custodia del mismo?
Destaco también la actuación de algunas de las «viejas glorias» o, dicho de otro modo, antiguos miembros de los cuerpos de seguridad del estado que decidieron ejercer de peritos, realizando informes a la medida a cambio de unos cuantos euros, y de su prestigio ya más que denostado.
No voy a cansarme nunca de denunciar todas aquellas injusticias que en el día a día pasan por alto los neófitos y no tan neófitos de la materia. Con respecto a esta humilde servidora, aún queda mucho por aprender, mucho que estudiar, mucho que experimentar. De eso se trata ¿no?